La era dorada del transporte
En la actualidad, para la gran mayoría del mundo, el oro es sinónimo de lujo, riqueza y joyas. Sin embargo, este mineral ha demostrado ser útil en muchos campos, entre ellos, el transporte.
Desde hace ya varios años, las bolsas de aire en los automóviles, mejor conocidas como airbags, son consideradas indispensables ya que, en caso de un accidente, son estas las que amortiguan el impacto de los viajantes contra el parabrisas, el tablero del y el volante. Desde su creación e implementación en 1971, los airbags han salvado cientos de miles de vidas y están presentes en más de treinta millones de vehículos. Los contactos eléctricos de estos dispositivos de seguridad están bañados en oro, lo que asegura su buen funcionamiento al momento de ser accionados.
Un poco más alto, el oro también se encuentra en algunos aviones. Las ventanas de la cabina del piloto en los jets modernos están recubiertas de una lámina muy delgada de oro para desviar los efectos dañinos de los rayos solares y resistir temperaturas extremas.
Este mineral también ha acompañado al hombre en hasta las fronteras de la Tierra. En cientos de naves espaciales, el oro ha sido usado como una película para cubrir muchas partes de su interior. Esta película ayuda a reflejar la radiación infrarroja y a estabilizar la temperatura de la nave espacial.
No cabe duda que el oro, obtenido gracias a la minería responsable y bajo estándares internacionales, brinda protección y calidad en el transporte a millones de personas en el mundo y en el espacio.